Definitivamente, el Catastro que entregamos a las próximas generaciones es más moderno e innovador, es un Catastro que se anima ante los desafíos que impone la masificación de la conectividad, los grandes volúmenes de datos y los nuevos desarrollos tecnológicos.
Llevar el registro de los inmuebles de una ciudad puede parecer una actividad engorrosa y sin ningún impacto en nuestra vida cotidiana. El lenguaje técnico y los conceptos complejos usados por los expertos de la actividad catastral han hecho que parezca un proceso tedioso y sin mucha utilidad. Sin embargo, el mundo digital nos facilita una gama de posibilidades para sacar provecho de todos estos datos.
Por ejemplo, hoy una aplicación basada en información geográfica nos permite llegar a lugares que nunca visitamos e incluso viajar más rápido evitando el tráfico. Gracias a la tecnología, con la misma facilidad, podemos pedir un taxi o una pizza, y revisar en tiempo real el recorrido que hace hasta llegar a nuestra casa, o encontrar los lugares más cercanos en los que podemos adquirir productos o servicios. La tecnología hace, entonces, que seamos conscientes de la omnipresencia de esta información y su gran utilidad en un mundo interconectado.
Esto hace parte de la gran transformación digital que están viviendo todos los sectores y de la cual el Catastro Distrital no es ajeno, pues nuestro liderazgo en la calidad de los procesos, reconocido a nivel nacional y latinoamericano, nos ha llevado a innovar con nuevas tecnologías para brindarle un mejor y más accesible servicio a los bogotanos.
Permanentemente, explotamos la capacidad de la base catastral de interoperar con otras fuentes de información a través de códigos como el CHIP. De esta forma, se mantiene un registro permanente de los posibles cambios experimentados por los predios de la ciudad, permitiendo focalizar los operativos de campo y disminuir los costos y tiempos de ejecución.
De hecho, a través del diseño y puesta en marcha de sistemas de captura de información, hemos podido desarrollar trabajos en terreno de mejor calidad y más eficientes, implementando validaciones automáticas y algoritmos de consistencia.
Para valorar los predios, hemos fortalecido el Observatorio Inmobiliario Catastral (OIC), que guarda los registros de ofertas y transacciones reales del mercado inmobiliario. Este año, logramos reunir más de 100.000 registros, cifra récord, gracias al desarrollo de convenios con entidades públicas y privadas, y aún se prevé el uso de otras fuentes no exploradas.
A través de este caudal de información, hemos desarrollado modelos econométricos que estiman con precisión el valor comercial de más de 1,2 millones de predios. Esto nos ha dado la posibilidad de aprender cada vez más del mercado inmobiliario y ofrecer alternativas metodológicas para otros tomadores de decisión, investigadores o analistas.
Toda esta acumulación de información y aprendizaje nos permite dar un paso significativo hacia la prestación de servicios en línea y hoy ya tenemos 20 trámites digitales disponibles. De esta manera, avanzamos para brindar un mejor servicio a los ciudadanos, con un trato más amable y eficiente, las 24 horas del día los siete días de la semana, a través de un computador o celular.
Definitivamente, el Catastro que entregamos a las próximas generaciones es más moderno e innovador, es un Catastro que se anima ante los desafíos que impone la masificación de la conectividad, los grandes volúmenes de datos y los nuevos desarrollos tecnológicos. Es una entidad que evolucionó para tomar mejores decisiones, brindar mejores servicios y que está lista para enfrentar los retos del futuro.
Publicado por Revista Semana: https://www.semana.com/opinion/articulo/catastro-evoluciono-y-bogota-tambien-columna-de-olga-lucia-lopez/642250
