Decisión adoptada por un particular (árbitro) investido de una facultad temporal de resolver con carácter definitivo y obligatorio un conflicto existente entre las partes involucradas. Decisión de los árbitros arbitradores, dictada en conciencia por los amigos comunes de las partes, sobre cuestiones que no afectan al orden público, inspirado en la equidad y con propósito pacificador.