A finales del siglo XIX, el Catastro de Bogotá, se regía por las Leyes 48 de 1887 y 149 de 1888, que daban la responsabilidad del mismo a las Gobernaciones y Juntas Departamentales y Municipales de Catastro, quienes debían hacer los avalúos catastrales con fines fiscales y elaborar las listas de contribuyentes para recaudar el impuesto predial. En 1908, la Ley 20 y el Decreto 1227 del mismo año, fijaron las normas mínimas que debían seguir las Oficinas Departamentales de Catastro, para formar los censos catastrales en su jurisdicción.
Image